Las emociones son un mecanismo que tenemos los humanos para enfrentar ciertos acontecimientos, estas emociones nacen de un pensamiento, y se traducen a sensaciones físicas, todo esto orquestado por los neurotransmisores que se sitúan en nuestro cerebro.
Podemos decir que las emociones primarias básicas son la ira, el miedo, la tristezay la tan codiciada alegría. Estas emociones no son ni positivas ni negativas, ya que cada una de ellas cumple un objetivo muy importante en nuestra conducta, se ha normalizado el señalar actualmente que el objetivo el ser humano es mantenerse en un continuo estado de felicidad, cuando este hecho es irreal y frustrante. Los seres humanos fluctuamos de manera natural entre las emociones primarias, la alegría es una de ellas y como todas las demás necesaria, pero no permanente.
Los seres humanos reaccionamos de manera emocional ante el medio que nos rodea, así es que los cambios emocionales forman parte de nuestra naturaleza. Cada emoción tiene una función específica, como lo leeremos a continuación:
La ira:
Dentro de esta emoción podemos encontrar la rabia, la furia, la indignación, la cólera, el enojo. Todas estas variantes cuyo objetivo es la defensa del propio ser, se manifiestan de manera física como tensión, aceleración del ritmo cardiaco, agitación en la respiración acompañado de un flujo de pensamientos que si los dejamos fuera de control pueden llevarnos a límite máximo y nocivo como lo es la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
La ira es saludable siempre y cuando se limite con respeto hacia los demás o hacia uno mismo. La ira nos permite la sana defensa de uno mismo y de otros.
La tristeza:
Podemos encontrar sus variantes desconsuelo, melancolía, temor, pesimismo, desaliento. El objetivo de la tristeza es liberar aquella carga emocional que nos ata. Nos permite el desprendimiento de situaciones, personas o cosas. El duelo es una manifestación clara de un matiz de tristeza muy humano. A nivel físico podemos experimentar la tristeza con llanto, dolor, vacío, desprendimiento, baja energía o cansancio.
El límite de esta emoción es la depresión, trastorno que afecta a muchas personas actualmente.
El miedo
Ansiedad, temor, preocupación, nervios, angustia, todas estas manifestaciones en su manera positiva nos resguardan, pues el objetivo de esta emoción es ser cautos con aquello que desconocemos. Podemos experimentar el miedo de manera física por medio del temblor, agitación, taquicardia, tensión muscular, entre otros.
En su máxima expresión, el miedo puede llegar a manifestarse como trastornos fóbicos, ansiosos y trastornos del pánico.
La alegría
Es la emoción que actualmente y desde siempre ha generado más frustración, ya que socialmente se pretende mantener al 100%, como se describió anteriormente, todas las emociones son validad y necesarias. La alegría es cotizada por su sensación de gozo, diversión, de felicidad de estremecimiento y satisfacción. La alegría la podemos sentir en forma de energía, capacidad , en sonrisas, en contacto físico, en vibración en todo el cuerpo. Claro está, como toda emoción tiene un extremo que nos conduce a la euforia, caprichos inclusive la manía.
Cada una de estas emociones tiene un lado que nos ayuda a enfrentar diversas situaciones, este comportamiento se refleja en la conducta ante el desarrollo de la situación en particular, pero, hay que tener en cuenta, que también tienen un polo contrario dónde si no las manejamos a nuestro favor se pueden magnificar y llegar a extremos perjudiciales para otros como para nosotros mismos.
Actualmente, con la apertura social hacia las bioterapias o terapias complementarias desde la salud holística podemos aprender técnicas de auto regulación emocional para un manejo saludable y responsable de las emociones basado en autoconocimiento, que nos lleva a la comprensión de nuestro propio funcionamiento a nivel emocional, herramienta muy poderosa.